No Todos Vemos Igual

Los perros ven en 2 colores. Nosotros en 3. Peces, aves y reptiles en 4 (ellos ven el ultravioleta, ¡qué envidia!).
LA historia del color está enraizada en los orígenes de la vida misma.

Los protagonistas moleculares de la visión de colores (las proteínas visuales) están ya presentes en bacterias que vivieron hace 3.500 millones de años, cuando las primeras formas de vida aparecían en el planeta.

Hoy en día, luego de millones de años de evolución, la herencia del color constituye un factor de supervivencia en el medio natural.

Las radiaciones electromagnéticas (ondas constituidas por partículas energéticas llamadas fotones), desde las ultravioletas (UV) hasta las infrarrojas, que llegan sobre la superficie de nuestro planeta, producen en los hábitats terrestres (selvas tropicales, desiertos, hielos polares, océanos) una diversidad de ambientes luminosos.

Los animales que allí viven adaptan la biología de su sistema visual a estas condiciones particulares de luminosidad y, más aún, las explotan.

EN EL OCEANO PROFUNDO

En las profundidades de los océanos, 1.000 m bajo la superficie, donde los rayos del sol ya no penetran, los extraños y fascinantes animales que allí viven han desarrollado sus propios medios de iluminación: órganos que emiten luz verde sirven para guiar el camino y atrapar presas.

Como los ojos de estos peces han desarrollado una sola clase de fotorreceptores (los bastones), capaces de responder frente a estímulos de baja intensidad luminosa, carecen de visión en colores.

Pese a que ciertas aves (lechuzas), anfibios (sapos), reptiles (gekos) y roedores (los nocturnos y los que viven bajo tierra como el cururo) poseen en sus retinas algunos conos, su modo de vida principalmente nocturno revela un mundo en B/N. Su visión es monocromática.

EMERGEN LOS COLORES

Los animales diurnos usan las radiaciones solares (espectro visible) para guiar su conducta visual. La visión de colores, que difiere entre los animales, depende de la historia evolutiva, la que está determinada tanto por el potencial genético como por el medio ambiente en que se desenvuelve el animal.

La mayoría de los mamíferos (ratones, perros) poseen 2 clases distintas de conos y pueden distinguir algunos colores: son dicrómatas.

Los humanos y gorilas con 3 clases de conos sensibles en el rojo, verde y azul tienen visión tricromática. Pueden distinguir una gran variedad de colores, desde los azules hasta los rojos, como también los colores púrpuras en objetos que reflejan el rojo y azul.

VEN EL UV

La mayoría de los peces, aves y reptiles con 4 tipos de conos, uno con sensibilidad máxima en el UV, tienen visión tetracromática. Este es el sistema más evolucionado para tratar el color.

Además de los colores que vemos, la luz UV surge como color suplementario. Novedosos colores púrpuras (morados, invisibles a nuestro ojo) resultan al combinar luz UV y verde, o UV y rojo.

Las escenas naturales que reflejan estos colores aparecen al ojo tetracromático muy distintas que al de nosotros, simples tricromatas.

La comunicación en el UV ayuda a la supervivencia. Tanto en el reconocimiento entre individuos de una misma especie como en la parada nupcial; en la alimentación, frutas, plantas y flores que reflejan UV crean formas atractivas de identificar; en la orientación, las radiaciones UV, altamente polarizadas, guían la migración de aves y peces en la naturaleza; en la predación, el camuflaje, donde el color de la piel o del plumaje se confunde con el entorno natural.

Adrián Palacios
Investigador de la U de Yale

RESUMEN: Los animales que viven en la profundidad del océano han desarrollado una sola clase de fotorreceptores (los bastones; visión monocromática). La mayoría de los mamíferos poseen 2 clases distintas de conos (visión dicromática). Los humanos y gorilas con 3 clases de conos tienen visión tricromática. Los peces, aves y reptiles con 4 tipos de conos tienen visión tetracromática.
REUNA