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Estimados Lectores

Bienvenidos a una nueva edición de Ciencia al Día Internacional.

Se ha puesto Ud a mirar las nubes en el cielo embelesado por la belleza de sus colores o sus formas? Si es así, es posible que se haya Ud quedado con la mirada fija en alguna de ellas hasta que ... la nube ha desaparecido por un instante del cielo! Ud se sacude la cabeza desconcertado y, hela ahí nuevamente en todo su esplendor! Es más factible que esto llegue a suceder si las nubes no están bien delineadas sino que tienen bordes más bien difusos. Es posible ser sorprendido de la misma manera al mirar fijamente la Luna tras una cortina de nubes. En esta edición de Ciencia al Día Internacional encontrará Ud la respuesta a este misterioso comportamiento de algunos objetos en el artículo de Susana Martínez-Conde y colaboradores. En realidad, este peculiar comportamiento no es de los objetos sino de nuestro sistema visual que nos juega el truco de hacer desaparecer objetos cuando éstos no tienen bordes bien delineados sobre los cuales fijar la mirada. Minúsculos movimientos que permanentemente producen los músculos que mueven el globo ocular (microsacadas) son los responsable de que el mundo visual no desaparezca de nuestra vista. En realidad, lo difuso de los bordes tampoco tiene nada que ver con la estabilidad de la imagen. Aunque no parezca posible, si estas microsacadas son inhibidas farmacológicamente, nos volvemos funcionalmente ciegos.

Los invitamos a poner su "ciencia al día" con esta nueva edición y esperamos disculpen el retraso desde nuestra edición anterior. El equipo editorial ha estado sufriendo grandes rearreglos y nos ha sido difícil mantener el ritmo. Seguiremos trabajando para mejorar nuestro trabajo!

Jorge Golowasch

golowasch@cancer.rutgers.edu
Editor Jefe
Ciencia al Día Internacional