CHILE
¿Qué está pasando con el MIM?
¿Crees que exista lugar donde sea posible dominar un huracán con sólo darle a una manivela? ¿O un lugar donde puedas mirar tranquilo a un globo indeciso que de repente sube raudamente y de pronto baja como si ya no quisiera más?
“¡En tus sueños!” –podrás responder tú. Pero la verdad es que no hay que ir tan profundo para encontrar un lugar así. Aunque si estás lejos del sur del mundo tal vez tengas que viajar bastante.
Imagínate un museo que no se parezca en nada a los tradicionales y en donde puedes tocar todo lo que tu quieras sin que nadie te diga “Cuidado que eso se rompe”.
Si tienes la suerte de estar en ese sur del mundo, más específicamente en Santiago de Chile, entonces felicítate. Porque existe un lugar así y es el “Museo Interactivo Mirador”, MIM o sencillamente “El Mirador” como se lo empieza a conocer y donde la clave es jugar y pasarlo bien.
Aunque sólo después que interactuaste con los objetos y viste fascinado como ellos respondían a tus acciones, entiendes después de leer con curiosidad la explicación que está cerca de allí que no hay nada de magia en ello y que en el fondo es solamente Ciencia.
¿Desilusionado?. “¡Para nada!” –respondes tú. Sobre todo si eres un niño porque te inunda el entusiasmo al comprender que podrás hacerle ese truco a tus compañeros y ellos fácilmente te creerán cuando tu les digas que es magia.
¿Qué hasta cuando te creerán?
Bueno, hasta que vayan al Mirador al igual que tú. Pero lo bueno es que aún entonces te podrás reír con ellos de la broma y buscar a otro incauto como tú lo eras antes para repetir el chiste.
Desde que abrió las puertas en Marzo de este año, el museo ha demostrado con creces su categoría de “entre los cuatro mejores del mundo” y el “único en Sudamérica” deleitando a grandes y chicos con los ingeniosos e interactivos experimentos que hacen que muchos de los visitantes –especialmente los pequeños- se repitan el plato y vuelvan una y otra vez.
Diseñado y puesto a punto por científicos, artistas, diseñadores y otros profesionales, se ha transformado en un lugar en donde los niños van a jugar con la ciencia y a darse cuenta que no es que uno no entienda cómo una pompa de jabón puede adquirir formas tan extravagantes sino que sencillamente nunca te explicaron bien.
¿Entre sus objetivos?. Jugar ... y aprender por supuesto. Pero aprender jugando. Porque si eres niño, eres más que bienvenido. Y si eres adulto, también porque por mucho que puedas saber de ciencia, lo más probables es que termines con la boca abierta de asombro y maravilla al igual que los niños al observar los numerosos objetos y exposiciones interactivas que hay disponibles para tocar, manipular y hurguetear sin que nadie te regañe ni mucho menos te diga “eso no se toca”, sino que más bien te estimulen a que juegues y te respondan a todas las preguntas que se te ocurran.
“Prohibido no tocar” es la sigla de los museos de tercera generación como el “Exploratorium” de San Francisco, El “Papalote” de México, la “Villete” de París y el Mirador” de Santiago de Chile gracias al resultado sobresaliente de muchas personas que colaboraron en un verdadero espíritu de equipo.
El contenido que ha entregado el museo hasta ahora ha sido loado y aprobado por todas las áreas del país mostrando el potencial que le conlleva el tener un museo interactivo de última generación que es capaz de estimular y hacer crecer enormemente la educación en Chile y desarrollar todo el potencial intelectual de los niños y jóvenes que lo visitan. E incluso de aquellos en regiones que serán pronto visitados por la muestra itinerante del MIM.
Pero, ¿Cuánto tiempo durará?
Al parecer están ocurriendo profundos cambios dentro de unos de los mejores museos del mundo y es de esperar que sean para bien.
Pero, ¿Qué puede pensar uno cuando la directora ejecutiva nombrada hace sólo dos meses atrás despide al director científico del equipo de trabajo que guió al equipo de trabajo que llegó a crear uno de los mejores museos de ciencia del mundo?
¿Qué pensar cuando la directora evoca razones presupuestarias para decir que ya no se puede seguir divulgando la ciencia a través del museo para despedir a un director cuya calidad profesional incluye un doctorado en Física por la Universidad Católica de Chile e investigaciones realizadas a la par con los mejores científicos del país en el Centro de Estudios Científicos de Santiago?
Triste reflexión.
¿Durará el Mirador?
¿Qué pasará al cortar la divulgación de la ciencia en un sitio al que las personas van precisamente a ver la ciencia explicada en forma sencilla e interactiva? ¿Seguirán las caras de asombro de niños y adultos al interactuar con los juegos y entender las explicaciones dadas en forma sencilla o quedarán sólo como un triste registro en los libros de historia?
¿Será acaso todo el esfuerzo realizado por más de cinco años algo que podremos seguir visitando día a día o será sólo un melancólico recuerdo de lo que podemos lograr?
¿Podremos seguir diciendo: “El MIM está entre los mejores del mundo”?
O lo más importante:
¿Podremos disfrutar de los resultados en las futuras generaciones que causa un museo con la calidad que hasta ahora posee el MIM y que contribuirá a que cuando seamos abuelos nuestros nietos nos den las gracias por haberles dado las herramientas para situarlos a ellos entre los mejores del mundo?
¿O será todo un triste sueño?
Punteros de interés
Entrevista al entonces Director Científico Luis Huerta en Abril del 2000
Miguel Ferrada Gutiérrez