EN DEFENSA DE LA UNIVERSIDAD ESTATAL. Luis Cifuentes S., Juan Cuenca B., Rene Salinas M. [1] El sistema universitario estatal avanzo notablemente durante los anos 60, tanto en su modernizacion como en su apertura a los sectores sociales desprivilegiados. Si bien ese proceso disto de ser idilico, la participacion triestamental en el proceso de toma de decisiones y el libre debate en los claustros establecieron firmemente la presencia de principios y practicas democraticas y visiones criticas en la vida universitaria. Empero, tales avances tuvieron enconados detractores. La igualdad de oportunidades, el pluralismo, la diversidad y el libre debate nunca han sido objetivos de la derecha. Mas bien, ella favorece la jerarquizacion social, el integrismo y la uniformidad impuesta; el debate sobre cuestiones valoricas le es insoportable. La politica universitaria del regimen dictatorial surgio de la ideologia de la extrema derecha y tuvo como proposito central la degradacion de las universidades estatales. Tras el crudo ataque inicial, que tuvo por resultado desde victimas fatales hasta miles de exonerados, se instituyo una gestion autoritaria, multiples trabas burocraticas y una logica mercantil de supervivencia que deterioro la infraestructura y causo una precariedad cronica en la disponibilidad de recursos internos. Durante los gobiernos de la Concertacion fue eliminada la designacion de "rectores delegados", pero los factores restantes perviven. Dada la carencia de recursos, las unidades academicas deben autofinanciarse, luego los docentes se han transformado en microempresarios a la caza permanente de financiamiento externo, lo que ha terminado por reducir a casi cero el debate en torno a problemas netamente universitarios, a pesar de que existe hoy libertad para efectuarlo. La dura lucha por la subsistencia ha hecho que la universidad deje de pensar colectivamente. Este es el resultado mas nefasto del quiebre institucional de 1973 y su larga secuela en la universidad. La situacion actual En Chile hay 16 universidades estatales, (cuatro en Santiago - la U. de Chile, la USACh, la UMCE y la UTEM - y doce en regiones, proveniendo estas ultimas de las ex- sedes de la U. de Chile y de la U. Tecnica del Estado), sin embargo debe tomarse en cuenta que el sistema terciario - que atiende a 340 mil estudiantes - consta ademas de 52 universidades privadas, 73 institutos profesionales y 127 centros de formacion tecnica. En la actualidad las universidades estatales estan en caida libre, como producto de los factores mencionados y de la desafortunada inercia con que los gobiernos de la Concertacion han tratado el tema. Este desplome no augura un desenlace inmediato. Ocurre en un medio viscoso, lleno de malabares administrativos e infimas componendas. Sin embargo, el diseno dictatorial sumado a la ineficiencia y falta de transparencia en la gestion de las universidades y a la apatia de sus comunidades - que puntualmente ha sido rota por las demandas de funcionarios y academicos y, en especial, por la movilizacion de los estudiantes - configuran una indudable situacion de crisis. Como ejemplo de los graves efectos que tienen las limitaciones mencionadas, senalamos que una palanca fundamental de cualquier despegue universitario es la excelencia de su cuerpo docente, pero los bajos sueldos que la universidad paga le impiden contratar a los mejores egresados para iniciar una carrera academica, con lo que la edad promedio de los profesores ha ido creciendo y en varias universidades se acerca ya a los cincuenta y cinco anos. Al mismo tiempo, algunos docentes que se ven forzados al autofinanciamiento de sus unidades academicas pronto reparan en que no necesitan de la universidad para desarrollar esa labor y emigran a la empresa privada. De no haber cambios en el futuro cercano, llegara un momento en que estas tendencias generaran, por si solas, un problema terminal. En la ansiosa carrera por aumentar su ingreso, las universidades fiscales han caido en el mismo vicio que las privadas: la proliferacion de carreras de "tiza y pizarron" (periodismo, psicologia, ingenieria comercial) haciendo caso omiso de las demandas reales del mercado laboral, con lo que se contribuye a la creacion de una potencial masa de cesantes y a un grave deterioro en la confianza publica respecto de la universidad. Las pauperrimas condiciones ofrecidas a los estudiantes - malas o pesimas salas de clases, salas de estudio, bibliotecas, banos; ausencia de sitios de descanso y recreacion, etc. - hacen que un numero creciente de jovenes talentosos prefieran a las mejores universidades privadas. El curso actual de los acontecimientos apunta, en el mediano plazo, a la desaparicion del sistema terciario estatal. Para que ello ocurra basta con continuar la rutina. Gobiernos democraticos finalizarian, de esta manera, el trabajo sucio iniciado por la dictadura. Es preciso detener y revertir esa caida libre. Hay que definir que universidad queremos los chilenos y cuanto estamos dispuestos a invertir en ella, lo que implica un doble compromiso : uno de las universidades para con Chile y otro de Chile para con sus universidades. La sombra de la complacencia. El discurso gubernamental en el Chile de hoy esta fuertemente marcado por la autosatisfaccion. Pareciera que, mientras la balanza de pagos, la inflacion, el desempleo y el PIB apuntaran en la direccion correcta, no pudiera haber problemas graves en nuestra sociedad. No es el caso de la educacion superior. Entre los argumentos gubernamentales a favor del sistema terciario actual (publico y privado) se senalan los siguientes: a) Si bien se reconoce que el Estado bajo su gasto en educacion superior desde cifras superiores al 1% del PIB (alcanzadas entre los anos 60 y 80) a un estable 0.5% en los ultimos quince anos, se afirma que hoy el aporte privado en educacion superior es considerable, mientras que hasta 1980 era casi nulo. El nuevo aporte privado compensaria con creces la baja relativa en el aporte fiscal. b) La existencia de una variedad de instituciones privadas habria generado una positiva diversidad en la oferta, ampliando esta de manera significativa y emulando los sistemas diversificados que existen en casi todos los paises desarrollados. c) Lo que el pais necesita es calidad del sistema terciario, sin importar si ella se encuentra en el sector publico o privado. La calidad del sistema privado estaria garantizada por sistemas de acreditacion y examinacion ya establecidos. No quisieramos desconocer la existencia de universidades privadas que se destacan por su compromiso con la excelencia, el libre debate o la extension cultural, sin embargo, afirmamos que el discurso oficial ignora caracteristicas negativas esenciales del sistema terciario actual. Junto a las que enumeraremos en la seccion siguiente, cabe destacar: 1) El sistema diversificado de hoy es bueno para los sectores de altos ingresos y malo para el resto de la poblacion. Abre opciones para quienes pueden pagar y condena a una educacion de segunda o tercera clase a la mayoria de los jovenes. Ademas, los prestamos universitarios otorgados a los estudiantes de menores recursos generan pesadas deudas, por lo que ellos ni siquiera postulan a las carreras de mayor costo. Ambas situaciones contribuyen a perpetuar la inequidad de que adolece la sociedad chilena. 2) El sistema terciario existente es hijo de la ideologia que guio a la dictadura. Esa misma ideologia se ha hecho fuerte en ciertas universidades privadas del presente que impulsan su propia concepcion doctrinaria haciendo caso omiso del pluralismo. Esta realidad tiende a eternizar las profundas divisiones sociales y politicas existentes en Chile. 3) Cabe tambien senalar el caracter subalterno de buena parte del sistema privado no tradicional. La mayoria de sus profesores tienen contrato por horas y muchos son docentes de tiempo completo o media jornada en universidades estatales; es en estas ultimas donde ellos hacen investigacion y realizan otras actividades de autodesarrollo y aporte creativo. En diversos lugares, las entidades privadas han surgido, pragmaticamente, en la cercania de las estatales. Las universidades privadas que no hacen investigacion (la gran mayoria) no contribuyen al desarrollo de personal academico ni a la preparacion de profesionales capaces de generar nuevos conocimientos y tecnologias. 4) La calidad de la universidad no solo esta dada por la de sus docentes, sino tambien por la interaccion prolongada y multifacetica entre academicos y estudiantes, por la calidad de las actividades extracurriculares y del debate en torno a problemas de interes academico y publico, tanto a nivel nacional como internacional. Los "profesores taxi", independientemente de su calidad profesional, no tienen tiempo para interactuar fuera de su hora de clases ni para hacer vida academica, luego la calidad de una universidad que se apoye fundamentalmente en ellos dificilmente podra ser satisfactoria. Los sistemas de acreditacion establecidos miden exclusivamente el nivel de conocimientos alcanzado por el estudiante e ignoran el resto de lo que la educacion superior debe ofrecer a la formacion integral de un joven. 5) La complacencia gubernamental fomenta la resignacion ante aspectos del sistema respecto de los cuales no ha habido debate ni pronunciamiento ciudadano. No es efectivo que no haya alternativa al sistema terciario actual. Es posible cambiarlo cualitativamente, pero para ello se requiere de capacidad critica y voluntad politica para cuestionar un laissez faire que solo conduce a la resolucion de problemas de trascendencia limitada y en el corto plazo. Tanto las comunidades universitarias como la sociedad civil deberian involucrarse en este debate. El discurso oficial lleva implicita una aceptacion de la posible desaparicion de la educacion superior fiscal para ser reemplazada por entidades privadas. Sin embargo, estas ultimas jamas podrian ser equivalentes a las estatales: el antiguo y accidentado paradigma del compromiso con la equidad, el futuro, la participacion, la diversidad y el pluralismo no sobreviviria a tal debacle. El pais se veria irreversiblemente empobrecido en su capacidad cultural, asi como en su capacidad de construir un proyecto nacional de largo plazo. Los problemas centrales Los problemas centrales del sistema terciario fiscal son: a) Financiamiento estatal: Los paises desarrollados, tales como los europeos, Japon y Canada, financian a sus universidades publicas entre un 50 y un 100% de su presupuesto. En contraste, la Universidad de Chile recibe solo un 27% de sus ingresos de las arcas fiscales. El Estado de Chile parece haber renunciado a su responsabilidad de garantizar el futuro de la ensenanza superior publica. b) Inequidad: En el conjunto del sistema publico, el 61% de los estudiantes terciarios proviene de los sectores sociales altos, el 28% de los sectores medios y solo el 11% de los sectores bajos, a pesar de que estos ultimos representan un 45% de la poblacion. El 80% de los estudiantes que ingresa a la Universidad de Chile proviene de colegios privados de elite, que cobijan a solo un 9% de los estudiantes secundarios. Esto significa que el sistema educacional chileno esta contribuyendo a ampliar el abismo entre los grupos privilegiados y desprivilegiados en nuestra sociedad. Sumese a esto que entre 30 y 50% de los estudiantes de bajos recursos que ingresan a las universidades del Estado fracasan "por motivos socioeconomicos". Estos hechos cuestionan gravemente las frecuentes declaraciones gubernamentales en favor de la equidad. c) Deficiencias en la gestion: Circulos academicos han llamado la atencion sobre la hipertrofia de la administracion central de las universidades publicas y han denunciado que se gasta en ella una fraccion desproporcionada del presupuesto sin que sea posible conocer exactamente en que. Dado que las unidades academicas - que forman la base de la universidad - se autogestionan y enfrentan exigencias de autofinanciamiento, cabe preguntarse que funciones esenciales cumple el aparato central. Abundan las demandas de participacion, transparencia y descentralizacion administrativa en las universidades del Estado. d) Enclaves autoritarios: en ciertas universidades estatales, la larga vigencia de las reglas de la dictadura genero grupos de poder que han exhibido una gama de recursos para mantener su control. Se corre el riesgo de que tales grupos se opongan a elevar el nivel de excelencia por temor a perder sus privilegios, conspirando asi contra la supervivencia de sus propias casas de estudio. e) Falta de compromiso gubernamental para con las universidades estatales : La falta de iniciativa gubernamental ante la crisis de la universidad publica pareciera indicar que algunos sectores de la Concertacion han dejado de creer en la educacion superior publica como expresion de movilidad social, progreso y construccion de una vision de futuro. Compromiso de las universidades con Chile La relacion entre el pais y sus universidades fiscales debe basarse en un compromiso mutuo. Mejores y mas modernas universidades requieren de mayores recursos, pero estos deben ser utilizados en beneficio nacional Que compromiso espera Chile de su educacion superior publica? En primer lugar, un compromiso de excelencia. Todos los academicos de tiempo completo deben practicar la investigacion y publicar los resultados de su trabajo. Para ello debe contratarse, con salarios competitivos, a docentes con calificaciones de nivel doctoral obtenidas en universidades de prestigio establecido y a academicos jovenes a quienes se ofrezca posibilidades claras de desarrollo profesional. La calidad academica de todas las universidades del Estado deberia ser evaluada por jurado internacional en forma periodica (por ejemplo, cada tres anos) de manera que la ciudadania pudiera conocer los meritos de cada instituto superior y decidir su aporte en consecuencia. En segundo lugar, un compromiso de no discriminacion en el acceso, permanencia, promocion y obtencion de los beneficios ofrecidos por la universidad a sus estudiantes, academicos y funcionarios. No debe discriminarse sobre la base de genero, origen etnico, extraccion social, orientacion sexual, religion, doctrina, edad o discapacidad. Tanto los deberes como los derechos laborales de academicos y funcionarios deben quedar claramente establecidos y no depender de decisiones individuales. En tercer lugar, un compromiso de participacion. Docentes, estudiantes y funcionarios deben comprometerse con el desarrollo de su universidad, participando en el debate interno y en el proceso de toma de decisiones. El debate debe ser libre, generando habitos democraticos y fomentando la convivencia en el pluralismo y la diversidad. En cuarto lugar, un compromiso de eficiencia. Los recursos entregados a la universidad por el pais deben ser empleados de manera juiciosa y productiva, eliminando todo gasto suntuario y optimizando su uso en la consecusion de objetivos declarados. En quinto lugar, un compromiso de transparencia en la gestion. Las autoridades deben ser responsables ante sus comunidades y dar cuenta periodica de su desempeno, tanto academico como administrativo y financiero. Los procedimientos y decisiones, especialmente en lo referente a asignacion de recursos, contrataciones, salarios, honorarios, promociones y despidos, deben ser publicos, sin secreto ni autoritarismo. En sexto lugar, un compromiso con el futuro del pais. La universidad debe contribuir activa y permanentemente en la formulacion y ejecucion de planes de desarrollo regional y nacional, coordinando sus esfuerzos con los sectores estatal y privado. En particular, cabe a la universidad un esfuerzo continuo de reflexion critica en torno a la realidad nacional, con convocatoria a toda la sociedad civil. Como parte de su compromiso con el futuro, la universidad debe contribuir decisivamente a incrementar la equidad en la sociedad chilena. Los siguientes campos de accion le son propios: - Formar profesionales con una vision profunda de la realidad socioeconomica nacional y con una solida comprension de los problemas eticos. - Estudiar y contribuir a la resolucion de los problemas mas complejos del pais - pobreza, marginacion, discriminacion de minorias, contaminacion ambiental, desempleo cronico, delincuencia, drogadiccion, violencia intrafamiliar - que constituyen fuentes o agravantes de la inequidad, por medio de un enfoque transdisciplinario, donde la universidad ponga en juego sus mejores recursos humanos y convoque nacional e internacionalmente. - Proyectar su acervo cultural (artistico, educacional, tecnologico) hacia los sectores mas afectados por la inequidad. Compromiso de Chile con sus universidades A su vez, el pais debe contraer los siguientes compromisos con sus universidades publicas: En primer lugar, un compromiso de financiamiento. El aporte fiscal directo (AFD) debe ser, al menos, un 50% del presupuesto de cada universidad estatal. Adicionalmente, el Estado debe crear fondos concursables para cada una de las funciones universitarias esenciales, como ya existen en ciencia y tecnologia (programas FONDECYT, FONDEF, FONTEC). Estas areas son: docencia superior, integracion cultural (transdisciplinariedad), creacion artistica, reflexion filosofica, prestacion de servicios y extension. Las universidades deben competir en base a la calidad e impacto social de sus propuestas; sus logros en el terreno de la excelencia y la eficiencia deben constituir criterios de financiamiento estatal. En segundo lugar, un compromiso de equidad en el acceso. Debe reestablecerse el arancel diferenciado; ademas, el Estado debe ofrecer becas integrales que permitan cubrir los gastos de arancel, alojamiento, alimentacion, salud, vestuario, recreacion e implementos escolares a los jovenes talentosos provenientes de los grupos sociales mas desprivilegiados a objeto de que la universidad publica se coloque realmente al servicio de las mayorias y realice el potencial intelectual y creativo del pais. Estas becas deben ir directamente al estudiante y no a las instituciones. No deben otorgarse en calidad de prestamo, sino en calidad de inversion nacional en la promocion de la equidad. En tercer lugar, un compromiso de autonomia. Las universidades no deben depender de los vaivenes politicos nacionales expresados a nivel de gobierno, parlamento y municipio. Su estructura y funciones academicas deben ser resorte interno en el marco de sus leyes organicas. La universidad publica no debe estar sujeta a presiones ideologicas ni a intereses de grupos financieros o doctrinarios. En cuarto lugar, un compromiso de integracion nacional. El Estado debe ofrecer a la universidad mecanismos de coordinacion con los sectores publico y privado en la elaboracion y ejecucion de planes de desarrollo nacional y regional. Ella debe ser reconocida como interlocutor valido en el debate publico. Proyecto Ley Marco de Universidades Estatales El proyecto de Ley Marco sobre Universidades Estatales, si bien ha generado un bienvenido debate, ha demostrado ser inadecuado. La razon es simple: constituyo un intento del gobierno por dar un grado de satisfaccion a la inquietud de los rectores que, con razon, afirmaron que lo peor era continuar en las condiciones existentes. El Ministerio de Educacion respondio con un proyecto que no resuelve los problemas fundamentales. Curiosamente, la acusacion que con mas frecuencia se ha hecho al proyecto constituye un malentendido: la Ley Marco, en si misma, no es privatizadora. Son mas bien la situacion universitaria acumulada desde Septiembre de 1973 y su entorno sociopolitico actual los que apuntan al despenadero. Por su parte, el frecuente rechazo al "cogobierno" en labios de voceros derechistas y gubernamentales conjura una amenaza inexistente, dado que ningun partido politico ni ninguna federacion universitaria lo esta proponiendo. Hoy no se trata de participacion electoral, sino de protagonismo responsable y constructivo de toda la comunidad universitaria en el debate y en sus organismos colegiados. Representantes de estudiantes y funcionarios deben tener derecho a voz y voto en los Consejos Superiores. La Ley Marco no define las funciones del sistema terciario, no define el compromiso del Estado, no propicia la excelencia academica, no demanda eficiencia ni transparencia en la gestion, no garantiza su democracia interna ni tampoco su autonomia. Hacia fines del ano pasado, tanto circulos concertacionistas como las asociaciones de academicos, funcionarios y estudiantes habian formulado estas criticas. No es de extranar que ante las recientes movilizaciones estudiantiles nadie haya salido en defensa del proyecto. En pocas palabras, el proyecto de Ley Marco fue concebido en un contexto de resignacion ante el gradual abandono de sus responsabilidades sociales que la derecha exige del Estado. En el transcurso de los ultimos meses, la sociedad civil ha venido pronunciandose contra esta vision limitada y carente de audacia y valor politico. Sin duda, las universidades estatales requieren de nuevos estatutos y de una relajacion de los controles fiscales, pero lo mas necesario - y sin lo cual toda solucion sera parche - es avanzar hacia una nueva politica universitaria que valore y defienda al sistema publico, dandole los recursos que necesita, generando las condiciones para su desarrollo y exigiendo de el un fuerte compromiso con el futuro del pais. Hacia una nueva politica universitaria Chile tiene derecho a aspirar al desarrollo de un sistema universitario fiscal de la mayor calidad, que cumpla sus funciones teniendo en cuenta los intereses de las mayorias nacionales en los terminos que ellas mismas articulen. La "torre de marfil" ha muerto. En la actualidad, la universidad no puede dejar de responder a los requerimientos sociales, sin embargo, el entorno sociopolitico hace que ella sea mucho mas sensible a las necesidades - y vulnerable a los intereses - de minorias plutocraticas y poderes facticos que a las necesidades e intereses de las mayorias. Entregada a los mecanismos del mercado, la universidad solo respondera a conveniencias de corto plazo, que pueden no coincidir en absoluto con las necesidades futuras de la nacion. A los planteles estatales les corresponde pensar al Chile del futuro, adelantandose a acontecimientos que el mercado es incapaz de prever ni calibrar en su real trascendencia; les cabe tambien convertirse en el lugar geometrico nacional de la diversidad cultural, de la reflexion critica y del debate liberrimo, sin limitarse a sus comunidades, sino convocando a toda la ciudadania. La universidad estatal debe aspirar a ser el "foro sin fronteras" que ha sido anunciado para el siglo XXI. Sabemos, por larga y presente experiencia, que las universidades privadas - cuyo desarrollo fue claramente privilegiado por la dictadura - no cumplen ni cumpliran este rol, sino mas bien han tendido y tenderan, mayoritariamente, a imprimir su propio sello doctrinario e ideologico en sus egresados y a crear y reproducir una elite que ha demostrado poquisimo interes en un proyecto nacional incluyente, que cierre el creciente y vergonzante abismo entre pobres y ricos que aqueja a Chile en el presente. Por cierto, no todos los problemas pueden resolverse por ley ni por medios administrativos. En aquellas universidades donde sobreviven enclaves autoritarios y mecanismos de privilegio y exclusion, las fuerzas progresistas deben impulsar la accion de academicos, estudiantes y funcionarios a objeto de conquistar normas democraticas, participativas y transparentes en la gestion universitaria. Para ello, el rol del estudiantado seguira siendo crucial y cabe senalar que, sin las movilizaciones estudiantiles de los ultimos meses, no habria hoy ni siquiera una esperanza de superar la situacion de las universidades publicas. Por sobre otras consideraciones, es preciso que se expresen en la universidad los intereses de la sociedad civil y las necesidades de un futuro posible y sustentable para Chile. Es necesario reconocer las deficiencias en la sociedad chilena y elaborar propuestas tendientes a resolverlas. Un Chile mejor requiere de una universidad mejor, que pueda actuar como constructora de futuro. Es parte de la responsabilidad de academicos, estudiantes y funcionarios, asi como de la sociedad civil toda, esforzarnos por hacerla realidad. NOTAS. [1] El Dr. Luis Cifuentes S. es academico de la Universidad de Chile; el Dr. Juan Cuenca B. es academico de la USACh y la UTEM; el Dr. Rene Salinas M. es academico de la USACh.