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Controversia Sobre la Predicción de Terremotos

En un trabajo anterior tratamos el tema de la predicción de terremotos. Posteriormente la revista Nature abrió un debate sobre el tema que confirma en gran medida lo que expresamos en ese artículo. Para decirlo en la forma más simple posible: la gran heterogeneidad de la corteza terrestre y lo numeroso de las causas que producen deformaciones en ellas y finalmente el mecanismo de rotura hace que toda predicción sea imposible.

El sentido de la predicción

Un terremoto esta caracterizado por: 1° La ubicación del epicentro o lugar donde comienza la rotura; 2° La magnitud del terremoto que, en la práctica, se determina por sus consecuencias o la energía que libera; 3° El momento en el que ocurre. Si definimos límites a la incertidumbre con que se dan estas características podemos, junto con Geller (3), decir que al menos el terremoto tiene que: ser de una magnitud superior al grado 6, en la escala de Richter (lo que significaría que podría produciría daños de bastante magnitud); tiene que hacerse la predicción con suficiente antelación como para que el sitio pueda ser evacuado (2 a 3 días antes al menos); y, finalmente, hay que ubicar la zona donde ocurrirá el terremoto con errores de 10 o 20 km a lo sumo. Es posible hacer esto? La afirmación de que en algún lugar de una zona de, por ejemplo, 50.000 km2 se producirá un terremoto de magnitud superior al 6 en los próximos 20 años, es una cosa relativamente fácil pero que es totalmente inútil.

Cuales son los métodos que se usan para predecir terremotos?

El primero es suponer que donde han ocurrido una serie de terremotos, seguirán ocurriendo, pero además, con un cierto período que se puede deducir de la secuencia de terremotos. Se trata de un método eminentemente empírico que tiene la dificultad de que no sólo hay dispersión en el tiempo sino que el epicentro es muy variable. Un ejemplo es el terremoto de Ismit del 17 de Agosto de 1999 (13). En esa zona han ocurrido terremotos en intervalos que van de los tres meses a los 32 años y el epicentro migra de un lado para otro en una zona aproximada de 360 km de largo por 30 km a 100 km de ancho. Como se ve una predicción es algo difícil. Además, los estudios serios no empiezan sino hace unos 50 años. También se pueden estudiar los desplazamientos superficiales con ayuda de fotos desde satélites. Sin embargo, como no se conoce los desplazamientos en profundidad, es difícil asegurar que una determinada zona esta tensionada. Además, los desplazamientos permanentes luego de un terremoto forman un sistema de líneas intrincadas. El segundo se basa en que un terremoto esta precedido por precursores de todo tipo entre ellos los micro terremotos. Pero de estos microterremotos es prácticamente imposible señalar cuales son los precursores. Por otra parte, también le suceden microterremotos que debieran preceder a otro terremoto y así sucesivamente. Una zona sísmica tiene continuamente terremotos de diferentes magnitudes que forman una distribución casi continua. Así que, de nuevo, el método es muy problemático. Se ha pretendido (14) que hay diferencias de potencial eléctricas que generan corrientes que pueden ser detectadas. Sin embargo, las "predicciones" se hacen luego de que el terremoto ocurre, no antes. Por otro lado, otros investigadores encontraron que se trata de ruido producido por transmisiones de radio o teléfono. Además, en China dicen tener métodos no tradicionales pero, de nuevo, los anuncios son posteriores a los hechos.

El mecanismo

Como indicamos en (1) las propiedades de las grietas o cortes de concentrar las tensiones y de que la tensión para propagar una grieta es una variable aleatoria con una dispersión y un valor medio, hace que los terremotos seon fenómenos de rotura en materiales frágiles. Por ello, éstos son eventos probabilísticos y satisfacen los principios de incerteza de la Resistencia Probabilística de Materiales. Por lo tanto, no se puede predecir, con errores pequeños, cuándo y dónde se producirá un terremoto.

En resumen, en la serie de comunicaciones que la revista Nature publicó hay una discusión extensa pero la balanza se inclina hacia lo difícil sino imposible de predecir terremotos (12). Por lo tanto, si denominamos predicción a fijar el lugar e indicar dentro de que límites puede desplazarse el epicentro, y, lo que es importante, los días meses o años en que la fecha puede variar; entonces, a no ser que los límites sean muy amplios, lo más probable es que esto no pueda lograrse. Sólo pueden circunscribirse las zonas sísmicas para que esto sea tomado en cuenta para las construcciones.

Bibliografía

Kittl, P. y Díaz G. (1999). La resistencia probabilística de materiales y la imposibilidad de predecir Terremotos. Ciencia al Día, 2 http://www.ciencia.cl/CienciaAlDia/volumen1/numero2/articulos/articulo2.html

Geller, R.J. Earthquake prediction: Is this debate necessary http://helix.nature.com/debates/earthquake/equake_frameset.html

Main, I. Is the reliable prediction of individual earthquakes a realistic scientifical goal? Ibid.

Bernard P. Earthquake precursos and crustal "transients". Ibid.

Wiss, M. Not yet, but eventuallys. Ibid.

Ancheco, M. How well can we predict earthquakes. Ibid.

Scloz, C. Earthquake prediction: feasible and useful? Ibid.

Knopoff, L. Earthquake prediction is difficult but not impossible. Ibid.

Geller, R.J. Earthquake prediction: what should we be debating? Ibid.

Wyss, M. Without funding no progress. Ibid.

Jackson, D.D., The status of earthquake prediction. Ibid.

Main, I. Earthquake prediction: concluding remarks. Ibid.

Barca, A. (1999). The 17th August 1999 Igmit earthquake. Science, 285: 1858-1859

Kerr, K.A. (1999). Prediction claims stir controversy. Science, 285: 2044-2045.

 

Pablo A. Kittl

gediaz@cec.uchile.cl
Chile

 

Vigencia de la Historia Natural en Chile

Para una institución cuya actividad central, como su nombre lo indica es la Historia Natural, es decir el conocimiento científico de las especies que pueblan el territorio de un país (Chile en este caso) en primera prioridad y otros aspectos característicos de las relaciones de éstas, es motivo de profunda preocupación expresiones como ¿Qué fue de la Historia Natural? manifestadas por figuras tan connotadas del ambiente científico chileno como es el ex Editor de la Revista Chilena de Historia Natural, hasta ahora única publicación ISI de Chile (Revista Chilena de Historia Natural 72: 5 - 6, 1999).

En esa misma página editorial destaca el origen de, a lo menos, la Ecología, la Evolución, la Conducta y la Biogeografía a partir de la citada disciplina.

Es innegable que el acelerado crecimiento tecnológico mundial, al que los países sudamericanos se han ido plegando lentamente, ha traído como consecuencia una diversificación creciente en estas ciencias, la cual se acentúa cada día. Sin embargo, este proceso divergente e incesante, según es posible advertir no es, a nuestro juicio, excluyente. Vale decir, no significa que el nacimiento de nuevas disciplinas den como resultado la muerte de la disciplina madre. Muy por el contrario, en un país en que cada día la explotación de las materias primas derivadas de una actividad centrada principalmente y en forma creciente en las exportaciones de nuestros recursos naturales, en forma de materias primas, hace necesario contar con una actividad permanente que permita un conocimiento integral y a cabalidad de toda la biodiversidad que se desarrolla en todos los confines de nuestro territorio. No porque no se realicen congresos o simposios cuyo tema central sea la Historia Natural, significa que la disciplina ha muerto. Muy por el contrario. Considerando que la actividad científica de Chile está diversificada en diversos planos, muchos de los cuales se encuentran en distintos niveles de desarrollo, no es posible comparar ni aceptar cánones extranjeros en cuyos países se han, para decirlo de una forma clara, quemado claramente etapas. Aquí en Chile muchas de estas disciplinas están en distintos grados de desarrollo, pero el conocimiento básico de la flora y fauna no ha marchado a la par con el aprovechamiento y, muchas veces el uso indiscriminado de esas especies recurso. El mantener viva esta disciplina es una de las tantas labores de este Museo Nacional de Historia Natural de Chile, especialmente la rehabilitación de la Sociedad Chilena de Historia Natural, dormida por tantos años.

La realidad es que no existe en Chile otra institución que pueda y deba hacerse cargo de esta misión del conocimiento cabal de la biodiversidad, de cuyo acerbo se extraen aquellas especies que constituyen los recursos naturales que el país emplea para el desarrollo de sus actividades económicas. El Museo tiene, por una parte, la obligación de preocuparse por estas actividades. Por otra, debe servir de referente válido e imparcial para el Estado en todos estos aspectos, tanto del conocimiento taxonómico de las mismas como de las alteraciones que en cualquier aspecto del ciclo de vida de estas especies puede introducir la actividad antropógénica en el seno de los ecosistemas que éstas integran.

Se suele sostener que las universidades pueden realizar investigaciones científicas en estos campos, relacionados también con la Historia Natural. Sin embargo, también es no menos cierto que, debido a la reorientación que han debido experimentar las universidades en función de llevar a cabo actividades de investigación que sean rentables, la única institución que continúa adelante con una misión irrenunciable y no delegable es el Museo Nacional de Historia Natural (Noticiario Mensual del Museo Nacional de Historia Natural 338: 3, 1999), en todo lo que se refiere al conocimiento integral de la biota terrestre y marina de Chile, así como de la transformación que ésta experimentará a través del próximo milenio.

 

Pedro Báez R.

pbaez@mnhn.cl
Museo Nacional de Historia Natural de Chile

Réplica a Báez

Primero que nada me disculpo ante el biólogo Pedro Báez, Curador del Museo Nacional de Historia Natural de Chile, por haberlo hecho sentirse agredido cuando opiné que la vieja Historia Natural estaba muerta. Mi intención en la publicación anterior no fue enterrar a los naturalistas (entre los cuales me cuento), sino exponer mi opinión de que la Historia Natural ha mutado y se ha multiplicado, canalizado y desarrollado bajo perspectivas disciplinarias más restringidas pero a la vez más profundas. A mi parecer, el Ave Fénix llamado Historia Natural ha muerto, pero ha renacido transformado.

Debe entenderse que lo expresado por mí es equivalente a decir que el Latín es una lengua muerta. No es que el Latín sea inútil, sólo que está obsoleto. Ya no se usa para conducir los negocios de estado ni para diseminar conocimientos, pero ello no significa que no existan latinistas. Y de hecho, saber algo de Latín le ayuda mucho a un lingüista, por especializado que esté en algún lenguaje romance. Lo mismo vale para un ecólogo, para quien conocer la historia natural de sus sistemas de estudio le ayuda a mejor formular sus hipótesis.

La Historia Natural no ha sido "superada" por las disciplinas que la han sucedido, del mismo modo que los padres no son "superados" ontogenéticamente por sus hijos. Simplemente ha ido quedando obsoleta por falta de cultores. Ha ido siendo olvidada como una abuela a quien todos reconocen como la raíz de la familia, pero que ya no entiende lo que hacen sus nietos. Es legítimo entrar al futuro mirando por el espejo retrovisor, mientras los focos iluminan lo que viene. Pero no es conveniente manejar guiándose sólo por el espejo.

Por cierto, hay una implicancia institucional. Cuando una entidad proclama como misión el cultivo de la Historia Natural, corre el riego de que la etiqueta en el frontis del edificio le quede obsoleta. Pero ese no es ningún problema si sus investigadores están al día en los avances de sus respectivas disciplinas. Dentro de un edificio antiguo pueden hacerse investigaciones modernas; lo opuesto sería patético.

Es interesante notar que mi crítico define el quehacer de la Historia Natural en Chile como el "conocimiento integral y a cabalidad de toda la biodiversidad que se desarrolla en todos los confines de nuestro territorio". Faltaría agregarle que es con el fin de conservarla, para llegar a una de las definiciones de la disciplina llamada Biología de la Conservación. Por otra parte, no estoy de acuerdo con el biólogo Báez, de que el Museo Nacional de Historia Natural es la única institución competente al respecto ("....La realidad es que no existe en Chile otra institución que pueda y deba hacerse cargo de esta misión del conocimiento cabal de la biodiversidad..."). Supongo que por cabal, se refiere a que la biodiversidad debe estudiarse tanto a nivel taxonómico, como genético y ecosistémico.

Tampoco concuerdo con que "...debido a la reorientación que han debido experimentar las universidades en función de llevar a cabo actividades de investigación que sean rentables, la única institución que continúa adelante con una misión irrenunciable y no delegable es el Museo Nacional de Historia Natural...". Me toma por sorpresa saber que las universidades privilegien investigaciones rentables; no es mi experiencia en la Facultad de Ciencias Biológicas en que trabajo. Y que yo sepa, nadie le ha pedido al Museo que renuncie a investigar la biodiversidad presente en Chile. Lo que me molesta es saber que el Museo no está dispuesto a "delegar" dicha investigación. No sabía que había que pedirle permiso para estudiar la biodiversidad. De ser así, somos muchos los biólogos que estamos trabajando sin autorización. Y sin rentar, por lo demás.

No quiero comportarme como un mal educado con un investigador de una institución que respeto y de la cual soy Investigador Asociado (a menos que hayan revocado mi nombramiento?). Pero creo que la argumentación del biólogo Báez es confusa. Se mezcla el tema de qué es exactamente la disciplina llamada Historia Natural (en su definición parece que es aquella que se dedica al estudio de la biodiversidad), con la misión de una institución venerable y prestigiosa. Venerable por su historia, prestigiosa por sus actividades científicas.

Insisto, la vieja Historia Natural está muerta, tan muerta como el Latín. La enterraron los naturalistas.

 

Fabian Jaksic

fjaksic@genes.bio.puc.cl
Chile

 

Revista Ciencia al Día Internacional

Me parece super importante su labor de divulgar la ciencia. Yo trabajo en un museo de ciencia y me interesa tener contacto con gente que hace lo mismo.

 

Mtra. Leticia Chávez

yemilech@prodigy.net.mx
México